El toro
Artista: Lorenzo Quinn
Título: «El toro»
Técnica: bronce
Edición: 9 ejemplares
Medidas: 120 x 40 x 40 cm
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Lorenzo es un poeta visual que usa la escultura para transmitir sus ideas sobre conceptos que, en ocasiones, son difíciles de argumentar. A menudo recurre a representaciones con manos para transmitir esos conceptos.
En esta obra, el artista ha colocado 2 manos en una posición previamente escogida. La luz incorporada que lleva la escultura incide sobre esas manos y proyecta la sombra de la cabeza de un toro. Algo parecido a las sombras chinescas.
En muchas ocasiones, las obras de Lorenzo van acompañadas de un texto escrito por el propio artista que completa la obra y explica cuál fue su fuente de inspiración. Sin embargo, en esta ocasión el texto escogido es un poema de Federico García Lorca.
TEXTO ESCOGIDO POR LORENZO QUINN:
EL TORO
A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era la muerte y solo muerte
a las cinco de la tarde.
El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.
Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde.
En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde.
¡Y el toro solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde.
Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde,
Cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde,
La muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
A las cinco en punto de la tarde.
Un ataúd con ruedas es la cama
a las cinco de la tarde.
Huesos y flautas suenan en su oído
a las cinco de la tarde.
El toro ya mugía por su frente
a las cinco de la tarde.
El cuarto se irisaba de agonía
a las cinco de la tarde.
A lo lejos ya viene la gangrena
a las cinco de la tarde.
Trompa de lirio por las verdes ingles
a las cinco de la tarde
Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde.
y el gentío rompía las ventanas
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
¡Ay qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!
Federico García Lorca
“LA COGIDA Y LA MUERTE”
Llanto por Ignacio Sánchez Mejias